La Santa Casa de Loreto es la misma casa de Nazareth que visito el Arcángel Gabriel en la Anunciación a la Virgen María. Es allí donde el Verbo se hizó carne y habitó entre nosotros. Allí también vivió la Sagrada Familia a su regreso de Egipto y donde Jesús pasó 30 de sus 33 años junto a la Virgen y San José.
Se cuenta que cuando los cruzados estaban perdiendo el control sobre la Tierra Santa, Jesucristo envió ángeles a proteger su Santa Casa y mandándoles que movieran la casa a un lugar seguro.
Es así como el 12 de mayo de 1291 los ángeles trasladaron la casa hasta un pequeño poblado llamado Tersato, en Croacia.
Y en la mañana los vecinos se asombraron al ver esta casa sin cimiento y no se explicaban como llegó ahí. Entraron y vieron un altar de piedra.
En el altar había una estatua de cedro de la Virgen María, que tenía al niño Jesús en sus brazos. El niño Jesús tenía sus dos dedos de la mano derecha extendidos en acto de bendición y con su mano izquierda sostenía una esfera de oro representando al mundo. Ambos estaban vestidos como con unas túnicas y tenían coronas de oro.
Días mas tarde la Virgen María se apareció a un sacerdote del lugar, que estaba enfermo, y le dijo de donde venía la casa:
“Debes saber que la casa que recientemente fue traída a tu tierra es la misma casa en la cual yo nací y crecí. Aquí, en la Anunciación del Arcángel Gabriel, yo concebí al Creador de todas las cosas. Aquí, el verbo se hizo carne. El altar que fue trasladado con la casa fue consagrado por Pedro, el Príncipe de los Apóstoles. Esta casa ha venido de Nazaret a tu tierra por el poder de Dios, para el cual nada es imposible. Ahora, para que tu puedas dar testimonio de todo esto, se sanado. Tu curación inesperada y repentina confirmará la verdad que yo te he declarado hoy.”
El sacerdote se sanó inmediatamente y anunció al pueblo el milagro que había ocurrido. Y es así como comenzaron las peregrinaciones a la Santa Casa.
Los residentes del pequeño pueblo construyeron luego sobre la santa casa una edificación sencilla para protegerla.
Pero esta mudanza a tierras croatas duró poco. Tres años y cinco meses después, en la noche del 10 de diciembre de 1294, la casa desapareció de Tersato para no volver.
En sus sustitución se construyó en Tersato una pequeña iglesia donde estuvo la casa, a modo una réplica de ésta. Con la siguiente inscripción: “La Santa Casa de la Virgen María vino de Nazaret el 12 de mayo de 1291 y estuvo hasta el 10 de diciembre, de 1294”.
La gente de Croacia continuó venerando a Nuestra Señora en la réplica de la Santa Casa y el Papa Urbano V envió a Tersato una imagen de Nuestra Señora en 1367 que se cree fue esculpida por San Lucas.
LA SANTA CASA EN ITALIA
El lamento de unos se transformó en júbilo en otros. El 10 de diciembre de 1294, unos pastores de la región de Loreto en Italia dijeron que habían visto una casa volando sobre el mar, sostenida por ángeles. Había un Angel vestido con una capa roja (San Miguel) que dirigía a los otros y la Virgen María con el Niño Jesús estaban sentados sobre la casa. Los ángeles bajaron la casa en un lugar llamado Banderuola.
La historia de este singular hecho se relata en una carta de Paulo della Selva al rey Carlos II de Nápoles:
“El Domingo 10 de Diciembre del año 1294, a media noche, una gran luz se observó en el cielo, en las riberas del Adriático, y una armonía celestial se oyó por todos. Cientos de personas se despertaron y se pusieron en pie para contemplar la misteriosa luz y oír tan agradable melodía. De repente, apareció una casa en el aire, rodeada de luz y soportada por ángeles. Aquellos que lo vieron quedaron estupefactos con tal maravilla”.
Los ángeles situaron la casa en mitad de un bosque y se dice que los árboles se inclinaron como si le hicieran reverencia. Incluso hoy en día los árboles siguen inclinados. El lugar elegido por los ángeles estaba ocupado en tiempos por un santuario pre-cristiano, que estaba rodeado por un campo de laureles. De ahí el nombre del lugar, Loreto
Al amanecer el rumor se había extendido y todos los habitantes de Recanati fueron a ver la misteriosa Casa. Cientos entraron en ella y se postraron ante las imágenes de madera de María y Jesús que se hallaban dentro.
Pero luego de ocho meses, la Casa se fue del bosque y fue puesta por ángeles en una colina propiedad de los condes Stefano y Simeon Raineldi.
Luego de cuatro meses, la Casa nuevamente se desplazó a un monte de piedras cercano a la vía principal que llevaba a Recanati, cerca de la costa, donde todavía sigue.
Pronto la Santa Casa se convirtió en lugar de reunión para la celebración de la Santa Misa de los primeros cristianos. Podemos imaginarnos con que amor y veneración cuidaban este santo lugar. Actualmente la Santa Casa esta situada dentro de la Basílica que para ella se construyó en Loreto, Italia. Dentro de la Casa de Loreto se venera la pequeña estatua de la Virgen de Loreto.
La Casa carece de cimientos, y está expuesta a los más violentos vientos y lluvias torrenciales.
Pero después de 150 años, la casa continua intacta, y el Papa Pablo II, en una declaración oficial del 15 de Octubre de 1464 dice:
“No puede haber duda de los milagros provenientes de la Santa Casa, los cuales hemos sentido sobre nuestra propia persona”.